Durante el crecimiento facial, la mandíbula realiza una rotación arquial (adelante) por el aumento de la dimensión vertical (erupción de dientes); esto provoca la reposición mandibular anterior, una descompresión articular, y el crecimiento del cóndilo mandibular de manera secundaria a estos cambios.
Cuando no existe aumento de la dimensión vertical por una pobre erupción de los dientes (altura) la mandíbula no puede realizar esta rotación quedando atrapada y la articulación temporomandibular en compresión, por la escasa separación entre la zona del oído y la articulación se comprime los nervios cercanos generando una “Disfunción tempormandibular”.
Por un lado, la disfunción temporomandibular:
- Es un padecimiento que afecta casi al 70% de la población adulta y en niños llega a un 50%, y en la mayoría de los casos está mal diagnosticada por el personal médico-odontológico.
- Se ocasiona por un mal funcionamiento de la articulación que une la mandíbula con el cráneo, en muchos casos el cartílago (disco articular) que separa esta articulación se desplaza de su sitio o se perfora, lo que no permite un buen funcionamiento de la articulación provocando que las superficies óseas entren en contacto y se desgasten (osteoartrosis).
- Por su cercanía con la zona del oído medio (donde la separación del hueso de la mandíbula -cóndilo- puede llegar a 0.7mm de espesor), puede provocar dolor de oído, zumbidos, mareos; y, por la inervación que pasa próxima a esa zona los dolores se pueden irradiar a la cabeza provocando cefaleas constantes, dolores de cuello, espalda.
- La forma clínica de reconocer este padecimiento está en la presencia de ruidos articulares (clic al abrir y cerrar la boca), dolor articular (cercano al oído), limitación para los movimientos mandibulares (al abrir, cerrar, mover a un lado u otro), dolores de oído, zumbido, tinitus, mareos, cefaleas, dolores de cuello, espalda, fractura de dientes, pérdida de soporte óseo de los dientes, exostosis en la boca (crecimiento patológico del hueso), sensación de desgaste dentario (bruxismo exacerbado).
- Es importante indicar que mientras más avanzado esté el cuadro de la disfunción temporomandibular menor dolor se va a presentar, dado el grado de degeneración presente.
Por otro lado, los tratamientos actuales en Perú y muchas partes del mundo para este cuadro
clínico incluyen:
- Confección de férula de descompresión de uso permanente (la férula es un dispositivo de acrílico que el paciente usa mordiendo para disminuir el dolor).
- Infiltraciones de anestésicos en la zona de la articulación (de esta manera se busca disminuir el dolor en la zona).
- Cirugía de la articulación (en casos extremos se opera la articulación buscando reposicionar el cartílago en su sitio).
Finalmente, el tratamiento que promuevo y me interesa dar a conocer a colegas y pacientes:
- Es a través de la Ortodoncia Craneomandibular, la cual consiste en reposicionar la mandíbula buscando descomprimir la articulación y eliminar los dolores articulares, dolores de oído y cefaleas asociados.
- Este tratamiento es mucho más holístico, menos invasivo y permanente, ya que con el uso de brackets y otros dispositivos se corrige la mordida del paciente, al mismo tiempo que se devuelve la salud a la articulación.
Para iniciar el tratamiento se realiza un estudio de la articulación en estática y en dinámica:
i) en estática se realiza el montaje de los modelos del paciente en un simulador llamado articulador, que permite analizar diferentes aspectos de la mordida del paciente y de la articulación.
ii) el estudio de la dinámica mandibular se realiza a través de un “condilógrafo digital”, siendo el primero en el Perú, este aparato permite evaluar la dinámica de la articulación y cómo está trabajando durante la disfunción,esto no se puede evaluar con radiografías, tomografías o resonancia magnética de ATM ya que estos estudios se hacen en estática.