Para el diagnóstico de la DTM se debe realizar un diagnóstico funcional del paciente, que se detallan a continuación:
- Palpación muscular y articular; palpación de los músculos craneofaciales y la articulación para encontrar zonas de dolor
- Evaluación de la oclusión; se hace el estudio de la oclusión, las áreas guía, y la presencia o ausencia de guías durante los diferentes movimientos (protrusión, retrusión, mediotrusión derecha e izquierda)
- Estudio de cefalometría, tomografía y resonancia magnética de ATM, son imágenes en estática que sirve para evaluar el grado de deterioro del hueso y el cartílago que forman la articulación, así mismo evaluar si durante la apertura mandibular el disco articular se posiciona correctamente.
- Estudio del CPM (Condylar Position Measurement), sirve para evaluar la compresión articular entre la máxima intercuspidación y la posición de referencia (posición de equilibrio muscular y ligamentario)
- Estudio de la dinámica mandibular, este estudio se realiza con la condilografia y sirve para evaluar la función de los movimientos mandibulares.
- Documentación de ruidos articulares, permite la evaluación de ruidos patológicos durante los movimientos mandibulares y debe ser cotejado con los estudios anteriores.